No se sabe el número exacto de víctimas, pero al menos la explosión ha dejado 20 personas muertas y varias decenas de heridos. La explosión ha tenido lugar en las cercanías de la sede del Tribunal Superior de la ciudad de Lahore, capital de la provincia de Punjab, cerca de la frontera con India, cuando estaba convocada una manifestación de abogados.
El suicida conducía una motocicleta y, al ser parado por la policía, aprovechó para perpetrar el atentado. La mayoría de los heridos son policías, que estaban destinados para controlar la manifestación que aún no había empezado.
Fuentes policiales han señalado que el ataque iba dirigido contra la Policía y han explicado que el Gobierno ha puesto las cuatro provincias paquistaníes "en alerta roja". La zona ya ha sido acordonada y los heridos han sido trasladados a los hospitales más cercanos. Desgraciadamente, esta zona es un gancho habitual para de cargas policiales contra protestas de abogados contrarios el régimen de Pervez Musharraf.
Es la primera vez que Pakistán sufre un ataque de bomba en Lahore, una de las ciudades más ricas del país.
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