Es importante destacar el protagonismo de tiene el colectivo de la juventud en los medios de comunicación, sobre todo, en la televisión. Es sorprendente, aunque ahora no lo es tanto, por haberse convertido en habitual, la influencia de éstos en la televisión. Lo peor, es que la televisión ofrece de los jóvenes una imagen negativa de éstos.
Siempre vemos, por ejemplo, imágenes de accidentes de tráfico, la mayoría provocados por jóvenes. ¿Son ellos los responsables o son los medios los que hacen que lo veamos de este modo?. La televisión generalmente considera a la juventud como una masa acrítica e individualista, al que al parecer sólo tienen en cuenta la sociedad del consumo, como un inmeso target al que poder dirigir los anuncios publicitarios.
Para entender por qué la televisión se ha convertido en un cajón de sastre, en el que todo vale, ya sea por captar más audiencia y, con ello, rentabilidad económica, hay que tener en cuenta las tres funciones de los medios, que ya quizás sólo cumplan una: entretener, informar y formar. Estas tres máximas se han pervertido por una simple cuestión: la rentabilidad económica, que ya no queda un simple secreto.
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