Hoy he leido un artículo de opinión de El País que se titulaba así: El maltrato invisible. Y es verdad, pese a la gran magnitud del problema y de la triste realidad como es el maltrato hacia la mujer, en la mayoría de casos, provocados por sus parejas o ex parejas, hay un grupo de mujeres que están ahí pero que los medios no tienen en cuenta: las mujeres inmigrantes.
Un informe realizado por Amnistía Internacional muestra que hay una enorme bolsa de maltrato invisible que afecta a un colectivo doblemente vulnerable: las mujeres inmigrantes. Sorprendente, las estadísticas de los últimos ocho años indican que las mujeres inmigrantes tienen seis veces más probabilidades de morir a manos de sus parejas que las nacidas en España. Con fecha del 15 de noviembre habían muerto 65 mujeres, de las cuales 24 eran extranjeras y sus agresores eran en su mayoria españoles.
Son muchas las razones para que este grupo sea doblemente afectado, a pesar de la protección. Las condiciones de dependencia y sumisión en que habitualmente viven, la falta de una red social que las ampare, los problemas lingüísticos y de comunicación y la total ausencia de independencia económica impiden que los malos tratos afloren. Y cuando afloran, tropiezan con obstáculos legales que impiden una protección efectiva de sus derechos fundamentales.
Por otra parte, es muy importante hacer saber a las jóvenes las condiciones de riesgo, qué es lo que tienen que soportar y qué no. Ofrecerles instrumentos, medidas antes de comenzar una convivencia que llegue a ser una terrible pesadilla.
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